miércoles, 12 de noviembre de 2014

Tan dulce que amargas

...y entonces, te susurré: te quiero.
Y seguiré haciéndolo durante mucho tiempo, pero no podemos seguir con esto - proseguí -.

Pero , como siempre, hiciste caso omiso a mis sentimientos y corriste a lidiar el dolor con otro; como si de un vino barato se tratase. Ese que a la larga acaba teniendo el mismo efecto, mas nunca termina sabiendo igual... 



Y dime, amor, ¿cómo puedes dormir por las noches diciéndole a él lo que me decías a ?

No hay comentarios:

Publicar un comentario