Te fuiste con otro y acudiste a mí cuando él se cansó de ti.
Fui un idiota por tenderte la mano después del dolor que ya habías causado. Por no darme cuenta de que venías a engatusarme con tus artimañas, una vez más, porque tu "plan B" había sido errado.
Ojalá hubiese sabido ignorarte cuando ya solo eras un destello de reminiscencia y empezaba a rozar la felicidad propia al lado de otra persona...
Conseguiste que ella pasase por mi vida brevemente porque supiste muy bien como llamar mi atención. Y al igual que ella, algunas otras más que, probablemente, valían la pena más que tú.
Ya hace un año de aquello. Ahora mismo me arrepiento más que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario