Seguramente te dé igual a estas alturas - a mí también - pero he decidido marcharme.
Dejo todo esto, no es lo mío.
Llevo mucho tiempo analizando la situación y creo que ha llegado el momento.
A pesar de que en su momento fueses mi apoyo y parte de mi motivación para seguir adelante, me he agotado como de costumbre.
La gente me cansa. Partiendo de esa base, de la que tú eras consciente, has llegado a aborrecerme como la mayoría.
Si hablo de lo que estaba haciendo (Marketing), hace muchísimo que me planteaba la idea de dejarlo. Es entretenido, pero no me llena del todo. Me gusta ese mundo, es curioso y, seguramente, lo que me interesa de él me lo lleve como aprendizaje.
No soy ni mejor ni peor por ello; y menos cuando el fin y uno de los motivos es que haya conseguido trabajo, pero es otro flagrante "error" en la senda de mi vida por el cual me llevo otra experiencia positiva.
Seguiré con mi pensamiento abstracto, creyendo que el que saca mejor nota o tiene más estudios no siempre es más listo que el que saca/tiene menos. Y eso es algo que una gran parte no entenderá jamás por ser esclavo de lo que dicta la sociedad y de una nota que solamente ampara un par de las ocho inteligencias que existen, mas no te prepara íntegramente para la vida ni el mundo laboral. A veces es cuestión de desmotivación y falta ganas por estar desarrollando temáticas que se creen intrascendentes o no interesan, no de capacidad. Y eso tiene que ver con la actitud; la cual no se potencia en una escuela, no con la inteligencia.
Quitando este inciso, quiero seguir con lo de la chica, escribiendo de tú a tú.
Lo dicho, eras gran parte de mi motivación quieras que no.
Sabía que iba a dejar esto tarde o temprano, pero digamos que el vínculo que estaba forjando contigo era demasiado amplio para irme de golpe.
Supongo que el ir a clase, el contarnos millones de historias pasadas, presentes y futuras, influía en el hecho de que siguiese yendo para no romper eso.
Me tenías los esquemas rotos, algo que nunca pensé en un primer momento. Es más; y lo sabes perfectamente, nunca creí que fuésemos si quiera a entablar amistad. Porque eres pequeña, porque te veía como una más y, porque, "a priori", a simple vista eras algo opuesto a lo que a mí me llama la atención.
No voy a escribir cosas que quedan entre tú y yo, cosas que sabes de sobras (aunque no sé si algún día llegarás a leer esta mierda), pero sí que eres consciente de una diminuta parte del caos que atesoro.
Seguramente no estabas preparada para todo eso, para aguantarme y comprender mi cabeza, pero eres afortunada. Nunca suelo ser tan explícito con esa parte de mí con personas que conozco tan poco; y menos si lo que quiero es causar buena impresión a alguien, pero tú, me estabas haciendo ver las cosas de una manera distinta y sentía que podía ser transparente con esa parte de mi caótico ser.
Me demostraste mucho en muy poco, y no soy una persona que juzgue a nadie en base a primeras impresiones, pero el ser tan humana; a pesar de que hubiesen infinidad de cosas que me desagradasen de ti, hacía que me olvidase de mis principios y cada día estuviese más enganchado.
Me cuidaste durante varias noches sin conocerme apenas de nada, fuiste comprensiva con algunos gestos y acciones después de que entre tú y yo ya hubiesen sucedido cosas relevantes, seguiste perdonándome la vida después de comportarme como un imbécil para que te cansases de mí, continuaste insistiendo, ayudándome, encima mío, y eso es algo que te agradeceré porque es imposible que fuese fingido.
Sin embargo, a todo lo bueno casi siempre le sigue un "pero", y ese "pero" es que el tiempo fue dictando sentencia...
A pesar de que siempre haga alarde de lo distinto que me considero, supongo que en el fondo soy como todos. Todos sentimos cosas y todos nos cegamos algunas veces. Sospecho que eso era lo que me ocurría contigo.
El hecho de haber encontrado a alguien que estaba haciéndome sentir cosas que no sentía desde hacía más de un año, era motivo para que me cegase por tal "bombazo" en el pecho.
No es fácil penetrar aquí dentro y lo sabes sobradamente, y ahora, en frío, diría que tan solo fue un espejismo o un amago de rozarme el corazón, pero al menos has estado más cerca que nadie y, teniendo en cuenta la cantidad de chicas que han deambulado por mis días y lo roto que llegué a estar durante parte del año anterior, eso es algo para no pasar por alto.
Estabas haciendo que me olvidase de mis fundamentos, que dejase a un lado mi cabeza loca y mi faceta de extra-pensador, y empezase a cambiar las preguntas de mis "peros y porqués", pero sin tanto ajetreo.
Imagino que el ser parte de mi rutina influía demasiado, ya que, como la mayoría, estaba viviendo la típica historia de película del chico y chica de clase que se gustan. No es la primera vez que me ocurre y a ti tampoco, pero para mí estaba siendo la más especial; por el momento, por mis pensamientos actuales, por haberme liberado un poco de todo hacía tiempo...
No hace falta que mencione lo mucho que me entristece el amor hoy en día, porque actualmente es muy surrealista y no quiero adentrarme en él si no es con la persona adecuada. Pero tú, por un momento creí que eras esa persona, y lo creí con la mano en el pecho.
Te propuse lo que te propuse después de todo lo sucedido y el tiempo. Era pronto, y, tal vez, agradezco que esa fuese tu "excusa" para no pasar a formar parte de mis días formalmente...
Sabes que yo no estaba preparado para ello, y que me estaba olvidando de todo lo que habitualmente solía comentarte que me desagradaba porque estaba encariñándome demasiado.
Supongo que cuando empiezas a querer a alguien, la quieres con sus pequeños defectos también...
Creo que a partir de ese momento empecé a volver a mi "yo" verdadero, a mis vueltas de adrenalina y a preguntarme cosas.
No sabía por qué había hecho eso; incluso sabes perfectamente que nada más llegar a casa me "arrepentí" de hacerlo.
Digamos que ese fue el comienzo del declive.
Entre los dos seguimos igual, siguieron ocurriendo cosas después de clase, los fines de semana, por las noches, de fiesta... y el ambiente en el aula; a pesar de que pensaba que iban a cambiar las cosas después de aquello, siguió siendo el mismo. Inclusive diría que mejoró nuestra relación en cuanto a confianza.
Pasaron las navidades, tiempo clave en el que me puse a pensar relativamente en todo lo que nos sucedía, en mis cosas y en mi vida en general.
Decliné la idea de vernos durante esas fechas a pesar de que lo teníamos acordado, y creo que fue lo más correcto.
Empecé a vislumbrar parte de la realidad, a ver gestos por tu parte que no me agradaban y a sentir que no estabas siendo del todo sincera.
No sé si fue parte de mi "paranoya" en base a mis experiencias anteriores o simplemente tengo un "don" para estas cosas, pero creo que no iba mal encaminado.
Comencé a darle vueltas a tonterías, a tus gestos, hasta que lo hablamos y me dejaste más tranquilo, pero ahí creo que ya empezaba a aburrirme de todo.
Me tranquilizaste. En clase todo iba genial, pero cada día te notaba más cercana y distante a la vez y, quizá por eso, empecé a cambiar mi manera de verte. Te veía cada vez menos especial y más como el resto, notaba que actuabas igual que todos, y por eso seguía teniendo tan buena relación contigo pero estaba tan "pasota".
Ya no te veía como alguien única que había roto mis esquemas, te veía como una amiga; una buena amiga, pero nada más lejos de eso.
Hasta que llegó la última noche. Esa en la que me quedé tirado después de todo y, no sé si fue percepción mía porque no me acuerdo de nada, pero creo que me mandaste a la mierda por el estado en el que me encontraba. Después de todas las noches (y peores) que me habías aguantado, de saber como es tu trato con la gente y de negar que te acompañase hasta casa, al contrario que de costumbre, me hiciste pensar que eso tenía algo más de historia que el estado de embriaguez en el que me hallaba.
Igualmente y pese a eso - como te he dicho - ya habían cosas que no me estaban molando un pelo, y por eso decidí pasar de tu cara.
Llegué a la conclusión de que eres alguien con miedos por tu pasado; supongo que como yo y todos; los cuales estaba intentando que se esfumasen porque sé lo que se siente. Y creo que en un principio todo iba bien, pero fueron pasando los días y lo fuiste olvidando.
Necesitas sentirte valorada por lo mismo, y me siento bien por haber hecho que empezases a valorar más la calidad de quien te decía las cosas que la cantidad por el bien de tu seguridad personal, mas eso con los días también lo fuiste ignorando y me empezaste a producir rechazo. Sé y soy plenamente consciente de por qué lo haces, y me lo has medio-reconocido. Sé que decidí ignorar el motivo ya que no puedo pretender que veas las cosas como yo a tu edad, pero me empezaste a crear un desinterés en ti brutal, denotando esos gestos que demostraban lo cría que eres (esos que al inicio tanto odiaba pero me hiciste olvidar y hacer que incluso me gustasen).
Empezaste a hacer cosas extrañas, a intentar llamar la atención de cualquier manera y a hacer vanagloria de lo que realmente eres como persona.
Eres buena chica, lo sé y doy fe - eso no te lo niego- pero no eres tan inocente como pretendes vender a los demás.
Ya sea por tus miedos o por aburrimiento, manipulas, y eso, hija mía, ya lo he vivido y me genera repulsión.
No lo haces de manera maliciosa, pero de todas maneras, nunca va a agradarme alguien que llena su autoestima a base de piropos vacíos y conversaciones que ni le interesan, y, que, además, intenta ocultarlo.
Acabaste cansándome, y supongo que volví a romper unos esquemas ficticios que me había hecho mentalmente de alguien que creía singular, pero no te acercas a ser lo que quiero para mis días, enana.
Eso sí; sentí cosas sinceras, reales y no las rehúso.
No me he ido de esto por ti, esa era una decisión que tenía tomada desde hace varios días, pero entre tú y alguna otra persona más de clase que me hacía sentir ganas de echar "pa'lante" ahí seguía.
No es culpa tuya que hayas acabado disgustándome y hayamos terminado a hostias, pero creo que tampoco es algo que te vaya a preocupar demasiado.
Ni si quiera me he despedido de ti; no por orgullo, sino porque no veo motivo para hacerlo. Además, seguramente te seguiré viendo, ya sea de fiesta o cuando quedemos todos.
No salió de ti el preocuparte después de aquella noche de mierda, y en todos estos días tampoco te ha interesado el ignorar ese suceso puntual para preguntarme por mi estado después de haber visto como tenía la ceja y saber lo que pasó.
Viendo que realmente no eres como creía y que lo único que necesitas es a personas para desaburrirte y subir tu grado de autoestima, imagino que harás como yo, que no voy a echarte de menos.
Bien, ahora viene lo complicado.
Estaba equivocado.
Vale, sí, todo lo que he mencionado anteriormente en cierta medida es verdad, pero eso lo escribí antes de hablar sobre la última noche y aclarar bastantes cosas que, por ignorarnos, no pudimos durante la semana.
Sí. Que sí, joder, que soy estúpido. Que me hice una idea equívoca de lo que sucedió, - "mea culpa" -.
No voy a cambiar el pensamiento "íntimo" y sentimental que tenía hacia tu persona, porque lo que he dicho es y seguirá siendo lo que yo he vivido de ti. Se me nubló la magia y ya no siento gran cosa palpablemente fuerte.
Pero, como ya te dije, pensaba que habías pasado de mí completamente durante esa noche. Es lo que mi percepción recuerda de la misma; la cual sigo teniendo a lagunas.
Las únicas palabras que recuerdo son: "vete a la mierda".
Sí. Que sí, joder, que soy estúpido. Que me hice una idea equívoca de lo que sucedió, - "mea culpa" -.
No voy a cambiar el pensamiento "íntimo" y sentimental que tenía hacia tu persona, porque lo que he dicho es y seguirá siendo lo que yo he vivido de ti. Se me nubló la magia y ya no siento gran cosa palpablemente fuerte.
Pero, como ya te dije, pensaba que habías pasado de mí completamente durante esa noche. Es lo que mi percepción recuerda de la misma; la cual sigo teniendo a lagunas.
Las únicas palabras que recuerdo son: "vete a la mierda".
No sabía el motivo, no sabía nada más que la razón por la cual acabé con la ceja abierta y poco más. Y quién me acompañó, que no fuiste tú precisamente...
Quizá te he tildado de lo que no eres mezclando las dos cosas.
Quizá te he tildado de lo que no eres mezclando las dos cosas.
Quiero que sepas que, en el fondo, y repito; quitando la parte sentimental, sí, eres una chica que vale la pena incluso con sus defectos. Te guardo y guardaré un enorme cariño como amiga, y esa etiqueta sabes que se la otorgo a muy pocos.
Creo que el error de ambos; como ya nos advirtió la mayoría, fue intentar conocernos más a fondo y con prisas una vez ocurrió lo que ocurrió, sabiendo que teníamos que compartir una rutina diaria y que, de ahí, iba a estar complicado salir.
Que ya sabes que yo fui el primero que te dije las cosas claras y afirmó que eso se iba a quedar ahí; que había sido una noche tonta, pero tampoco me parece que hiciésemos del todo mal si con el paso de los días los dos nos sentíamos atraídos por el otro y queríamos intentar ir más allá. Cosa que, en un principio, jamás me hubiese planteado.
Por mi parte, ya te he dicho mil veces; siendo sincero, que no había sentido eso desde hacía muchísimo. Tal vez algo similar antes de verano, pero también fui de cara con eso, mas no se asemeja a lo que me pasó contigo.
A pesar de todo, no quiero perderte como persona, vaya.
Por mi parte, ya te he dicho mil veces; siendo sincero, que no había sentido eso desde hacía muchísimo. Tal vez algo similar antes de verano, pero también fui de cara con eso, mas no se asemeja a lo que me pasó contigo.
A pesar de todo, no quiero perderte como persona, vaya.
Puede que no nos sigamos viendo a menudo, que esto se congele en el tiempo porque ya no vas a tener que soportarme a tu lado ni vas a tener que hacerme infinitos "Snaps" para tu público; el cual me adora. Pero, vale, sí, estuvo guay. Eres una tía legal y de puta madre. Y las risas e historias que nos hemos tenido que comer el uno del otro no se me van a olvidar. Por eso quiero ignorar lo que pudo ser y no fue y lo que ahora pienso sobre ti (de cara a una relación) para seguir adelante.
Que eso no quita que te vea distinta a la idea que tenía desde un principio y que haya cambiado de opinión, - desde luego -.
Que eso no quita que te vea distinta a la idea que tenía desde un principio y que haya cambiado de opinión, - desde luego -.
Que te veía con otros ojos y me planteaba otras cosas hasta hace poco - seguro -.
(Me gusta recalcarlo)
No eres tan inhumana y cría como escribí, seguramente. Para la edad que tienes, la verdad, tienes un razonamiento bastante amplio, pero sí que aseguro que eres de las que te crees más de lo que eres realmente. De cara a lo que buscábamos los dos inconscientemente te me quedas lejos, pequeña.
(Me gusta recalcarlo)
No eres tan inhumana y cría como escribí, seguramente. Para la edad que tienes, la verdad, tienes un razonamiento bastante amplio, pero sí que aseguro que eres de las que te crees más de lo que eres realmente. De cara a lo que buscábamos los dos inconscientemente te me quedas lejos, pequeña.
Seguiré apreciándote como persona después de todo lo que has hecho por mí. Creo que es lo mínimo que te mereces; eso y mi perdón sincero a pesar de que no haya salido de mí volver a hablarnos.
Ya sabes el porqué. Te lo he explicado mil veces. En ocasiones, cuando la lías una y otra vez con alguien que aprecias, es mejor; no por orgullo, pero por el bien de ambos, pasar de todo y que esa persona se canse de ti antes que seguir insistiendo, aunque fastidie. Que no voy a actuar nunca como los tontos que te siguen el rollo sin pensar en las consecuencias que conciernen al uno y al otro mirando más por mí que por ti. A no ser que no me importes, que no es el caso y lo sabes de sobra.
Lo más sensato sería decir que no te merezco ni como amigo ni como nada por todo lo que te he hecho vivir, pero creo que dentro de lo malo, lo bueno también tiene bastante cabida e influencia para anular una parte de mi maldad involuntaria.
En fin, me alegro de que se te ocurriese la brillante idea de abrirme, ya que de mí no sé si iba a salir por lo que te he dicho. Eso también demuestra cosas que ya creía que ni iban a salir de ti hacia mí.
Me jode irme, pero eso no tiene vuelta atrás ya que los motivos son ajenos y no dependen de ti.
Al menos me alegra saber que te quedan ganas de hablarme y volverme a ver una vez más, y manifestar que te importo ínfimamente después de todo. Como mínimo servirá para que recibas una disculpa en condiciones, para despedirnos como la ocasión premia y para darte el abrazo que te mereces por tantas y tantas cosas.
Sé que esta mierda empezaba al revés, pero si la primera parte la había escrito en frío y con la cabeza, esta todavía más.
Supongo que me fastidiaba el hecho de haber acabado a hostias con alguien con quien había imaginado tantas cosas futuras y, realmente, acabase aburrido y sintiendo un vacío por escaparse todo eso de mis expectativas involuntarias.
Ya te digo, seguramente es culpa de la rutina y el tener que verte a diario que me pegases tan fuerte, pero si así lo percibí en su momento, no me arrepiento.
Ya sabes el porqué. Te lo he explicado mil veces. En ocasiones, cuando la lías una y otra vez con alguien que aprecias, es mejor; no por orgullo, pero por el bien de ambos, pasar de todo y que esa persona se canse de ti antes que seguir insistiendo, aunque fastidie. Que no voy a actuar nunca como los tontos que te siguen el rollo sin pensar en las consecuencias que conciernen al uno y al otro mirando más por mí que por ti. A no ser que no me importes, que no es el caso y lo sabes de sobra.
Lo más sensato sería decir que no te merezco ni como amigo ni como nada por todo lo que te he hecho vivir, pero creo que dentro de lo malo, lo bueno también tiene bastante cabida e influencia para anular una parte de mi maldad involuntaria.
En fin, me alegro de que se te ocurriese la brillante idea de abrirme, ya que de mí no sé si iba a salir por lo que te he dicho. Eso también demuestra cosas que ya creía que ni iban a salir de ti hacia mí.
Me jode irme, pero eso no tiene vuelta atrás ya que los motivos son ajenos y no dependen de ti.
Al menos me alegra saber que te quedan ganas de hablarme y volverme a ver una vez más, y manifestar que te importo ínfimamente después de todo. Como mínimo servirá para que recibas una disculpa en condiciones, para despedirnos como la ocasión premia y para darte el abrazo que te mereces por tantas y tantas cosas.
Sé que esta mierda empezaba al revés, pero si la primera parte la había escrito en frío y con la cabeza, esta todavía más.
Supongo que me fastidiaba el hecho de haber acabado a hostias con alguien con quien había imaginado tantas cosas futuras y, realmente, acabase aburrido y sintiendo un vacío por escaparse todo eso de mis expectativas involuntarias.
Ya te digo, seguramente es culpa de la rutina y el tener que verte a diario que me pegases tan fuerte, pero si así lo percibí en su momento, no me arrepiento.
Me distancié por miedo y porque veía que esto no era algo que me pasase frecuentemente. Y más miedo me dio al saber que era recíproco. El saber que era un sentimiento real y no éramos uno más para ambos me atemorizaba (y seguramente por eso, por el camino hice presunción de lo imbécil que puedo resultar a veces. Incluso sabiendo que no estaba del todo mal porque no éramos nada formal. Pero imagino que por eso, por temor a lo que nos acontecía, la cagué alguna que otra noche siendo víctima de mis impulsos).
Pero supongo que agradezco el hecho de alejarme, ya que desde la distancia es cuando empecé a abrir los ojos y a ser algo más precavido.
Hiciste que me olvidase de todas las vueltas y análisis que hago sobre las personas y su psicología por un tiempo, que ya es bastante.
Todavía me quedan cosas aquí dentro aunque sean mínimas, pero siendo prudente, te aseguro que no eres alguien que pueda soportarme con el paso de los días. Sé y prefiero pensar que me llevo a una persona magnífica solamente, lo cual es cierto.
Sabes que odio a las personas que están juntas por probar a ver que les depara el futuro con tal de no estar solas y, probablemente por eso, no haya reaccionado antes a medida que se iba apagando la llama.
No voy a insistir tampoco ahora, independientemente de que el sentir ya no sea profundo y haya elucubrado mil "peros" sobre tu persona, sé que afuera las cosas podrían cambiar y conocernos de manera diferente, mas no creo que cambiase mucho de opinión sabiendo lo que me obceco cuando asumo algo.
Estás lejos; aunque menos que casi cualquiera, de ser alguien capaz de entender mi mundología y satisfacer a mi corazón y cerebro, aunque como tú dices: a veces se trata más de vivir que de pensar porque nunca sabes lo que puede pasar mañana.
Y, sí, quizá por eso y más, sí voy a echarte de menos...

No hay comentarios:
Publicar un comentario