sábado, 12 de marzo de 2016

Escapismo

No vine a cambiaros el mundo, vine a perder todo por lo que lucho. Mordiendo los labios, aprieto el puño. 
Hay cosas que no olvido ni escribiendo ni con Bourbon, pero nos queda el tiempo para que agote sus recursos. 
Promesas que no cumplo, excesos y sonrisas tras el susto; los bares, cafés y mañanas. Miedo a hacerme adulto. 
Mi vida es tan sencilla que la oculto; como esto no funcione me arrepentiré de seguir mis impulsos. 
He sido víctima y verdugo, he ido con gente que ni debí conocer y me he chocado contra el muro. Fui un niñato orgulloso y un capullo, pero he luchado por mis sueños más que nadie y eso sí que os lo aseguro. He ganado y he perdido, he aprendido y olvidado, y he dejado escapar todo lo que amo. He soñado con ser rico, he sonreído sin un pavo, pero no envidio a nadie porque nada me ha faltado.
Que viví tanta historia que la conté con mis manos y ahora están hablando mierda porque aquí nos lo curramos. 
No sabes lo difícil que es equilibrar mi estado; más cuando tengo al demonio caminando de mi lado. 
Que aquí un error sale caro, que ahí fuera están esperando un fallo nuestro, pero les esperamos donde siempre y con lo puesto. 
Mis frases te dicen más que mis gestos. 
Pienso venderme por lo que cuesto. 
Jamás lo hice por el resto. 
Ahora estamos en el mismo sitio en el que comenzamos; en la misma casilla y en el mismo dado, esperando que algo cambie. Tiento a la suerte con dedos cruzados, aunque no confíen en mí por todo el tiempo que he tirado. 
Estoy más preparado que nunca, así que se acerquen los golpes; me llevaré los que me corresponden. 
Mis letras estarán ya cuando olviden mi nombre, y cenizas será todo lo que de mí quede entonces. 
Costumbres en balance, tuve todo a mi alcance y me cansé. No dejaré de hacer que lances, tú haces que calme mi sed. 
Viví el infierno aquí en mis carnes, tuve suerte y me escapé, lo malo es que ahora que soy libre algo en mí me pide volver. 
Esa es mi lástima, escupir letras por no soltar lágrimas. 
La vida no te da lo que imaginas. 
A máxima potencia y en ascenso viendo al mundo desde arriba, pensando en que mañana igual me toca la caída. 
Pura tragicomedia mi vida. 
A lo bonzo arden mis ángeles y Dios les mira. 
Tú cuida mi cullinan.
Mentiras y mentiras es lo que me dio la música, me curó las heridas y ahora hace mi sangre pública. 
Yo no soy nadie especial; me enamoré, sangré por nada. Quise cambiarme la vida unas tres veces por semana. 
Siempre fui un egoísta, no ayudé a quien me ayudaba. Hoy sonrío porque sé que soy lo que necesitaba.



No hay comentarios:

Publicar un comentario