viernes, 19 de febrero de 2016

Temporalmente abstemio

Cualquier persona que se precie que lea solamente el título va a pensar que soy un alcohólico...
No, no es eso. Simplemente quiero dejar atrás algo que, aunque me aporte risas y noches inolvidables, me pasa más factura que beneficio.
Me voy a permitir de tanto en tanto no dejar rituales tradicionales tan populares como el ir de cañas de "colegueo", -desde luego-, pero sí voy a dejar a mis queridos fieles acompañantes de tantas veladas nocturnas al margen.
Solo ciñéndome al último año, podría sacar miles de cosas que me han sucedido; buenas y malas, a raíz de la bebida, pero las malas me han pasado demasiadas malas jugadas y creo que ha llegado el momento de cuidarme íntegramente un poco más.
Si bien es cierto que no soy un aficionado de este elixir etílico, los fines de semana suelo hacer excepciones en mi dieta que me permiten un atracón de alcohol por el bien del espectáculo de la noche.
Pero, obviando los motivos exactos que me han ayudado a tomar esta decisión tan drástica, quisiera deleitaros destacando y resumiendo algunas de las tonterías que podría haber firmado en forma de tragedia: He estado a quince segundos de ser arrollado por un metro por tirarme a una vía a causa de la bebida, he rozado comas etílicos; mas nunca he llegado a ellos porque soy de hierro, y tengo noches que solo recuerdo a lagunas o todo en negro. Me he tragado multas por diversas acciones y he acabado durmiendo en el calabozo. Me han llevado entre personas en brazos hasta casa; repetidas veces. Me he peleado, he hecho daño y me he llevado hostias a causa de las mismas. Me he peleado también verbalmente con personas a las que estimo, y la he cagado infinidad de veces diciendo cosas que aguardaba en mi subconsciente o que ni pensaba por la agresividad que impulso. Y es que beber me convierte en alguien extra-cariñoso o belicoso; depende del grado de alcohol en vena que lleve. He estado apunto de perder a personas e incluso, actualmente, estoy en riña con alguien a quien estaba apreciando bastante y la cual me advirtió de que me contuviese cuando salgo porque me ha tenido que sufrir varias veces. Y lo que más me jode y que va de la mano de esta última, suelo hacer daño a quien aprecio.

Podríais pensar que cito estas cosas para chulearme, pero ya os puedo asegurar yo que no. Solamente quiero poneros en la situación de que, aunque me lo haya pasado tela de bien y me controle casi siempre, soy algo retrasado por complejo, y por eso ha llegado el momento de decir: ¡basta! 
(Tampoco me cruzifiquéis por cosas que os han pasado a vosotros también, cabrones)
Aunque me ayude a deshinibirme, sé divertirme sin eso también. 
Soy gracioso, tengo labia y soy un tío "echaao pa'lante", pero, no sé, le daba un punto a las noches más divertido de lo habitual, mas últimamente ya no me conteía, me excedía demasiado.
La solución fácil sería controlarme, beber menos, pero quiero aprovechar para sanar mi cuerpo por dentro, al menos una larga temporada.
He hecho cosas que luego ni recuerdo; algunas bastante irrepetibles, he camelado a mujeres de las que luego ni si quiera tenía constancia, y he hecho cosas con ellas que me han tenido hasta que recordar; algunas de ellas con arrepentimiento posterior.
Quiero decirles desde aquí a mis queridos compañeros de tantas batallas, a mis empujones de adrenalina, a mis golpes insanos en los riñones: ¡Adiós! 

Me lo he pasado muy bien con vosotros y os echaré de menos, pero ya es hora de que empiece a ser algo más consciente de mis madrugadas.





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