miércoles, 24 de febrero de 2016

Desentiéndeme

No creo en los "siempre". Hasta las flores más bonitas al final se pudren.
No creo en la etiqueta amigo tal y como la veis vosotros. Me da igual apartarme. No quiero relleno. Fuera. Me sobra gente. Me faltan personas.
Queréis sumar de forma ficticia. Falsos. A espaldas. Envidiosos. Críticos. A cualquier cosa le llamáis amistad.
No sabrás quién me rodea en mis días. No voy a enseñarte fotos de lo que suelo hacer y con quién. No me gusta.
No me verás casi nunca hacerte públicamente partícipe de lo que haga. Pienso que la vida se disfruta y vive. Los recuerdos y momentos importantes se quedan en la memoria. Vivo yo. No quiero que vivas mi vida.
Soy cínico. Vivo a contracorriente de muchas cosas que predico simplemente por diversión y por reírme de la sociedad. 

Voy a hacer que creas que te ríes de mí. Es simple. Porque tú eres simple.
Soy sátiro. El amor ya no me atrae nada. Nada de nada. Nada me complementa. Nada llena. Todo pasa. Me aburre.
Soy narcisista. Mi felicidad va antes que la tuya. Yo soy más importante que tú. Tú no me vas a dar nada.
Aparento. Manipulo. Valéis pocos. La vida es un juego. Acéptalo.
Me vas a odiar. Como casi todos. Pero me da igual.
Me vas a dar asco. Asúmelo.
Tu opinión me es indiferente. No me importa lo que vayas a decir o pensar de mí. Quiero que te rías en mi cara. Yo me río por dentro de lo elemental que eres.
El mundo me genera desinterés. Solo me interesa el mío. 

La humanidad se degrada. Te van a hacer creer que estás preparado. Preparado para subsistir y darte unos valores inmorales para que seas una marioneta.
Eres crédulo. Te crees todo lo que te venden sin contrastarlo y sin usar el razonamiento propio. Porque eres necio. Porque eres ingenuo. La prensa miente. La tele miente.
El dinero me la suda. Pero quiero mucho. Te odio por ser materialista. Pero quiero gastar mucho. Dame tu puto dinero. Quiero vivir de manera irreal.
Lloro mientras me deshumanizo. 
Soy mi propio psicólogo. Estoy locamente cuerdo. No vas a entenderme ni aunque renazcas una y otra vez.
No quiero a nadie. Me quiero solo.
Me la suda tu cuerpo. Quiero cabezas que den vueltas.
Quiero ser superficial. Superfluo.
Sexo por placer. Lo odio. Me encanta. Cuanto más puta más disfruto.
Repudio todo. Me da asco la gente que dice ser feliz. Felicidad de mentira.
Cualquier cosa es amor. Amor ficticio. Amor por desidia. Amor para sumar. Amor para aparentar. Se apaga. Pero no os atrevéis a cortarlo. Amor infiel. Es mejor.
Voy a desearte que sufras. Que sufras mucho. Pásalas putas.
Entiéndeme. Quiéreme. Te voy a seguir odiando. Incluso más.
No comprenderás mi forma de pensar. Voy a hacer que creas que eres mucho más inteligente que yo. Pero siendo recto. Pero siendo cuadriculado. Pero siendo sencillo.
Quiero que te mueras. Que nos muramos y luego renacer. Quiero empezar de cero.
Soy feliz. Estoy triste. Soy feliz siendo triste.
Soy repetitivo.
Me tomo la vida a pecho. Lo llevo a rajatabla. 
Odio y quiero. Quiero y odio.
No me entiendo ni yo.
Un tiro en la sien.
Estoy desconectando...



viernes, 19 de febrero de 2016

Temporalmente abstemio

Cualquier persona que se precie que lea solamente el título va a pensar que soy un alcohólico...
No, no es eso. Simplemente quiero dejar atrás algo que, aunque me aporte risas y noches inolvidables, me pasa más factura que beneficio.
Me voy a permitir de tanto en tanto no dejar rituales tradicionales tan populares como el ir de cañas de "colegueo", -desde luego-, pero sí voy a dejar a mis queridos fieles acompañantes de tantas veladas nocturnas al margen.
Solo ciñéndome al último año, podría sacar miles de cosas que me han sucedido; buenas y malas, a raíz de la bebida, pero las malas me han pasado demasiadas malas jugadas y creo que ha llegado el momento de cuidarme íntegramente un poco más.
Si bien es cierto que no soy un aficionado de este elixir etílico, los fines de semana suelo hacer excepciones en mi dieta que me permiten un atracón de alcohol por el bien del espectáculo de la noche.
Pero, obviando los motivos exactos que me han ayudado a tomar esta decisión tan drástica, quisiera deleitaros destacando y resumiendo algunas de las tonterías que podría haber firmado en forma de tragedia: He estado a quince segundos de ser arrollado por un metro por tirarme a una vía a causa de la bebida, he rozado comas etílicos; mas nunca he llegado a ellos porque soy de hierro, y tengo noches que solo recuerdo a lagunas o todo en negro. Me he tragado multas por diversas acciones y he acabado durmiendo en el calabozo. Me han llevado entre personas en brazos hasta casa; repetidas veces. Me he peleado, he hecho daño y me he llevado hostias a causa de las mismas. Me he peleado también verbalmente con personas a las que estimo, y la he cagado infinidad de veces diciendo cosas que aguardaba en mi subconsciente o que ni pensaba por la agresividad que impulso. Y es que beber me convierte en alguien extra-cariñoso o belicoso; depende del grado de alcohol en vena que lleve. He estado apunto de perder a personas e incluso, actualmente, estoy en riña con alguien a quien estaba apreciando bastante y la cual me advirtió de que me contuviese cuando salgo porque me ha tenido que sufrir varias veces. Y lo que más me jode y que va de la mano de esta última, suelo hacer daño a quien aprecio.

Podríais pensar que cito estas cosas para chulearme, pero ya os puedo asegurar yo que no. Solamente quiero poneros en la situación de que, aunque me lo haya pasado tela de bien y me controle casi siempre, soy algo retrasado por complejo, y por eso ha llegado el momento de decir: ¡basta! 
(Tampoco me cruzifiquéis por cosas que os han pasado a vosotros también, cabrones)
Aunque me ayude a deshinibirme, sé divertirme sin eso también. 
Soy gracioso, tengo labia y soy un tío "echaao pa'lante", pero, no sé, le daba un punto a las noches más divertido de lo habitual, mas últimamente ya no me conteía, me excedía demasiado.
La solución fácil sería controlarme, beber menos, pero quiero aprovechar para sanar mi cuerpo por dentro, al menos una larga temporada.
He hecho cosas que luego ni recuerdo; algunas bastante irrepetibles, he camelado a mujeres de las que luego ni si quiera tenía constancia, y he hecho cosas con ellas que me han tenido hasta que recordar; algunas de ellas con arrepentimiento posterior.
Quiero decirles desde aquí a mis queridos compañeros de tantas batallas, a mis empujones de adrenalina, a mis golpes insanos en los riñones: ¡Adiós! 

Me lo he pasado muy bien con vosotros y os echaré de menos, pero ya es hora de que empiece a ser algo más consciente de mis madrugadas.





domingo, 14 de febrero de 2016

Tragicomedia

Hoy es uno de esos días del año que más detesto, no porque no tenga pareja, que seguramente es el argumento que utilizarán los muchos que no me conocen para pensar que soy un acibarado; sin pararse a pensar que, igual estoy así por voluntad propia, sino porque me aborrece la doblez y la lisonja, y ahora nos concierne uno de esos días en los que ambas cosas no cesan.
Hoy es el día en el que la gran mayoría vulnera el superrealismo y hace un homenaje al "bienquedismo" notoriamente.
La cantidad de fotografías y regalos que no salen de vosotros mismos y que, algunos involuntariamente o lamentablemente voy a tener que tragarme hoy, es inconcebible. Y todo porque así os lo dicen.
Detalles (la mayoría materiales) que esconden infidelidades, que denotan la poca personalidad que acaparan algunos; como si fuesen un símbolo de disculpa por haber hecho algo malo o que te eximen de pecado en un futuro, mas luego da igual que durante el año os olvidéis de que tenéis pareja, no importa.
Lo que no sé es si detesto más a esta clase de personas sin identidad propia o a las que se empeñan a diario en hacer saber al resto; día tras día y sin descanso, que tienen pareja, dejando entrever que su vida no va más allá de esa persona.

También es el día en el que los ilusos os armáis de valor y creéis que, si antes teníais un 0,01% de probabilidades de pillar cacho, hoy vais a doblar vuestras opciones con la chica que os gusta, ya que ella va a tener las hormonas tan revolucionadas por ser el día que es, que va a ceder ante cualquier chantaje emocional o declaración patética. 
He llegado a la conclusión de que los que soléis pensar así acostumbráis a ser un tanto limitados, y, mira, igual es eso lo que a la chica le desagrada de vosotros el resto del año y, desgraciadamente amigos míos, eso no os lo quita ningún día de San nada.
Antes de nada y que penséis que cada uno vive como quiere y toda la parafernalia de siempre, quiero que sepáis que, yo no escribo para cambiar la mentalidad de quien decide leerme, yo no hago esto para que me den palmaditas en la espalda y me coman la polla. No he venido a cambiar el mundo de nadie, solo hago más apacible el mío, y a mí decir lo que pienso e ir en contra de los pensamientos obtusos de una sociedad enferma me da vida.
Quiero que sepáis que he celebrado días como el de hoy teniendo pareja y mi pensamiento entonces era el mismo que el que me acontece actualmente. Y seguramente el día de mañana, cuando vuelva a tenerla, seguiré pensando exactamente lo mismo. 

Hoy es el día en que realmente me convierto en un auténtico hijo de puta, el día de “San Valentín”.
Ese día en que nuestro cerebro es atacado por algo tan bonito como irreal, llamado fantasía.
Es curioso porque justo ese día, que si te pones a pensar un poco, no muy tardíamente, con solo estar en la ducha e incluso en el baño haciendo de vientre se te cruza por la mente,
 es solo un simple número (14) que está ubicado en un simple mes llamado Febrero.

Otros pueden decir que no es un día normal y corriente, que es un día en donde expresas tus sentimientos a aquella persona que más quieres y la oportunidad de declararte de manera decente, pero, yo te digo: ¿No puedes hacerlo otro día? Es más, ¿no pudiste hacerlo antes? 
Ya sé lo que te pasa, últimamente has estado viendo comedias románticas pensando que eras el protagonista, el típico desconocido que triunfa por algún poder mágico o simple consejo que se te otorga. Mira tío, deja de ilusionarte, pajearte, o lo que sea que hagas con esas tonterías, esto es el mundo real y aquí no va a haber un imbécil que te ayude en eso y menos tal día como hoy. 
Ponte este ejemplo: estás frente a un asesino, hay muchas cosas que podrías hacer, ¿qué decides, rezar a Dios para que te salve de él? Menudo idiota. No hay karma, no hay poder divino que te salve, solo hay una cosa que te salvará, tu puto cerebro, así que despierta de tu mundo de color de rosa y enfréntate a la verdad con los huevos del macho que luego dices ser. Si te sirve de consuelo, las probabilidades de que triunfes son, o "cara" o cruz", así que puedes hacerlo otro día. Déjate de tonterías mundiales y equípate con los huevos, y demuéstrale a la chica que quieres que eres un hombre con los pantalones bien puestos. Porque ellas no quieren el típico afeminado poético, ellas buscan al que las va tirar con fuerza a la cama para darles lo que les gusta. Buscan a un hombre no a un niño. Mira, te voy a poner otro ejemplo; puede que te pase, te guste o no. Si la cagas, seguro que otro con solo pequeños mensajes de Whatsapp; comentarios tan cortos que suenen a pantomima, la atrapará, y más que tú seguramente. Ah, y ten por seguro que lo único romántico e ingenioso que habrá hecho será copiar frases célebres de autores distribuidas por Google.
De lo que te darás cuenta, además de otros hechos que irás descubriendo tarde o temprano, es, cuán inferior es respecto a tus pensamientos que tenías sobre ella. No es gran cosa, créeme, lo verdadero lo encontraras si miras fríamente. Ahora piensa en el mañana, vete a pasear o a hacer cualquiera de las cosas que haces normalmente, pero por lo que más quieras, no te dejes llevar por una mierda de día que encima vete tú a saber qué clase de ignorante dijo que debía ser así. Tal vez alguien que se ría de ti, porque a causa de tus deseos, él se estará llenando tanto los bolsillos que podrá comprar hasta tu "amor" multiplicado por cuatro si es posible.

Ahora que ya he terminado con este campo, pasemos al siguiente, el de las parejas que celebran este día. 
A ver, triunfadores, ya sé que tenéis novia o la tenéis desde hace unos pocos días, pero dejadme deciros que, el día de mañana no es un día obligatorio ni nada por el estilo, es solamente una simple excusa que utilizan las multinacionales basándose en una religión que ya murió hace miles de años (hablo de la griega para los borregos), para atrapar
 a las niñas ilusas haciéndolas creer que su novio debe expresar todo lo que siente por ella ese día. 

Mirad, eso os pasa por dejar a vuestras parejas ver tantas películas que les pudren más el cerebro de lo que ya lo tienen, hasta llegar a un nivel de retraso mental insólito.
Pensad que por cada melodrama que ven, su mentalidad se reduce a un mono tocando platillos orquestales una y otra vez sin parar. Y si ellas os dicen que si no hacéis algo especial ese día, no es porque no las queráis, es simplemente que la cagasteis y os pillasteis de una que encaja en el canon de la mayoría de subnormales del mundo. No vale la pena, desechadlas, porque sus mentes solo se basan en esas películas románticas, y cualquier esfuerzo de hacerla feliz será comparado con cualquier tontería si no lo hacéis vosotros ese día. Así que, seguid buscando y buscaos a alguna inteligente con pensamiento propio, a no ser que lo que queráis sea una "puta de compromiso" por la que perdáis el culo por lo buena que esté o porque tenga más dinero que vosotros, que ahí ya no os digo nada, pero entonces el problema pasará a ser vuestro.

Así que, generalmente, seamos sinceros y dejemos de sentirnos oprimidos por una ley ficticia, y dediquémonos ese día a ser unos adorables hijos de puta. Acabemos con las tradiciones estúpidas y hagamos que los peces gordos del negocio se den de bruces. Enseñémosles que nosotros decidimos cuando es nuestro día de expresar como nos dé la puta gana nuestros sentires y ser libres.







sábado, 6 de febrero de 2016

Cuestión de labia

La verdad es que este no es uno de los textos que disfrute publicando.
Estas mierdas prefiero guardarlas en mi libreta/bloc de notas o dejarlas deambulando por mi cabeza desinteresadamente.

Soy el primero al que le da igual la opinión ajena desde hace demasiado, pero me apetece apuntalar algo por estos lares aunque me contradiga a mí mismo. 
¿Por qué? Porque en mi blog escribo lo que me sale de... 
(introduzca palabra a su libre albedrío)


Tenéis estereotipado por decreto que un hombre exprese sus sentimientos o detalle su psique es símbolo de debilidad. 
Sufrir es malo, llorar es peor...
...peor es ser un individuo con el cerebro lavado a base de programas que fomentan la incultura, el culto al cuerpo, y son una guía de: "cómo ser el follador más cabrón de España", y, por ende, ser la contraposición de lo que yo hago por el bien de mi paz interna.
Claro que me voy a comer menos coños que cualquiera si mi carta de presentación es esto, porque la mayoría de mujeres son bastante sencillas y, el prototipo estándar de una gran parte de las que ronda mi edad, tarde o temprano termina siendo el mismo pese a negarlo (canalla, caradura, fuerte, sociable...) 

Pero, sin acritud: me como los mismos o más que la media. Esto es así; os guste o no.
Hace bastante que esa no es una de mis metas prioritarias, así que el hecho de no dármelas de desesperado intentando satisfacer mi deseo sexual, día sí y día también, no es algo que me quite el sueño.
Tengo preocupaciones en mi pensamiento mucho mejores que eso.
Alguno se ríe, manifestando la envidia que les concierne porque lo que sale de mi cabeza no saldría de la suya ni en cien primaveras, y lo que no saben es que sus risas en mi conciencia pasan desapercibidas.
La verdad es que el que se ríe aquí soy yo. 

Sin apenas conocerme, la mayoría tenéis una idea de mí de soñador fantasioso. No entendéis por qué escribo y hago según qué cosas, lo cual explica que mi manera de reírme de la vida se escape de vuestro juicio.
Por muy controvertida y chocante que resulte mi manera de pensar, también hago lo mismo que vosotros aunque os parezca inverosímil: Salgo de fiesta, bebo, fumo, follo, flirteo por diversión y me peleo si la ocasión lo merece, aunque no sea algo que disfrute en exceso, mas no me las doy de duro para implantar respeto ante nadie ni fanfarroneo de mis vivencias. Esas cosas no van conmigo.
Pero, mira: además de todo eso, me permito el lujo de creerme que sé escribir decentemente (y digo decentemente porque seguramente me creo mejor de lo que soy realmente aunque tenga gente detrás apoyándome fuerte).
El tener simpatía por las letras no implica que me tosa nadie ni que hable y escriba así frecuentemente, aunque debería...
Me cabreo como vosotros, vacilo más que ninguno y, sobre todo, soy un entusiasta de jugar con el intelecto foráneo teniendo presente lo elemental que es la sociedad actual, sobre todo por las noches. Como soléis hacer vosotros, pero de una manera más ocurrente. 

Para mí no es ningún alarde jactarme de lo que hago salvo en mi círculo por las risas que prosiguen después.
Soy alguien dual, capaz de ser casi la oposición de la humanidad y, a la vez, jugar con esos valores para beneficiarme en diversas ocasiones aunque me desagrade, lo cual considero una cualidad. Como también lo es el que sea capaz de intentar definir un desahogo interior al que muchos no podrían ni ponerle nombre.
Pero si mi propósito no es mantener en mi vida a chicas cuyo pensamiento es el que tiene por decreto esta sociedad, me da igual que una vez me haya aprovechado de las mismas y conseguido todo lo que se puede exprimir de ellas, sepan que esta es otra parte de mí y decidan excluirme de su lista de "empotradores catalogados" por ser lo contrario a su pensamiento previo. No soy un macho alfa que conquista a sus objetivos con onomatopeyas ni al que le interese mantener por mucho tiempo en su vida a mujeres de las que poco más que su superficialidad puede aprovecharse - lo siento -.
Luego lo que piensen los varones también es algo que me despreocupa, ¿creéis que de verdad me muero por tener a cabezas unineuronales a mi alrededor o le doy importancia a lo que puedan decir sobre mi persona? No, "mes amis". 

No quiero a chimpancés fardando de músculo y de todas las chicas que penetran con su insuficiente; a pesar de que hagan alabanzas de lo contrario, miembro viril. Ni a chavales que, en vez de darle vueltas al coco, prefieran hacer apología de la cantidad de "Insta-directs" que huelen a paja desde lejos, "Snaps" subidos de tono y fotos de Whatsapp de juguetes que no se respetan ni a sí mismas tienen. Como si no tuvieran más objetivos en la vida que palpar todos los coños posibles antes de palmar...
A cualquiera de estos les invito a retarme a hacer una comparativa de "a ver quién tiene más vainas de estas en su galería".
Aunque vaya en contra de mi filosofía de vida y pese a que escriba como un amanerado (en vuestra percepción absurda adquirida), igual alguno se lleva una grata sorpresa. 

Si aquí el más tonto hace relojes...



martes, 2 de febrero de 2016

Lo que aprendí de mi primera relación...

Escribir esto ha sido una de las labores más difíciles desde que comprendí definitivamente aquel vacío, principalmente, porque escribir sobre mi ex es revelar una parte íntima de mí, de lo que soy ahora y de lo que viví; además es aceptar y afrontar que, en los casi cuatro años de "relación", los malos momentos superan numerosamente a los buenos; sin embargo, estoy aquí, comiendo algo de chocolate para controlar mi ansiedad, para calmarme y pensar… ¿por qué lo estás haciendo? - me pregunto repetidas veces en mi mente -, y repetidas veces también me respondo: “porque nadie merece vivir una relación así, porque nadie debe aceptar ciertas actitudes por creer estar enamorado, porque las personas deberían entender que son valiosas por sí solas, porque si cuentas tu historia podrías evitar que alguien más viva lo que tú, porque hay que ver con buena cara las cosas malas de la vida y, porque a pesar del dolor y el sufrimiento que ella te causó, aprendiste mucho y hoy lo debes compartir”.
Hace más de séis meses decidí escribir estas líneas, y para hacerlo fui consciente de que debía analizar y recordar todo, remover los recuerdos de mi mente y verlos desde otra perspectiva. Pensé que después de diez meses de haber terminado aquella relación había superado el dolor por completo, pero no. Al revisar viejas conversaciones, al leer cada insulto, cada palabra lanzada sin pensar por parte de ambos, cada discusión virtual que en los dos últimos años se hicieron una costumbre semanal, me di cuenta que aún dolía, que aún existían espacios vacíos, que su recuerdo aún me entristecía; y creo que eso es normal, si con tan solo buscar una palabra en la conversación (un insulto), te aparecen más de cuarenta resultados, y descubres la infinidad de peleas que tuviste, tomas conciencia de la cantidad de noches que pasaste llorando porque la chica que amabas te trató como si no valieras nada, entonces sí, es normal que aún te duela. Para suerte mía no estaba solo, pude refugiarme en los brazos de ese ser que me da paz, pude sentirme vulnerable y a la vez protegido porque nunca más iba a volver a vivir esas experiencias que me dañaron, y hoy, que he podido superar todo, que he releído cada conversación sin sentir dolor, estoy aquí escribiendo lo que aprendí de ese supuesto amor.



Aprendí que uno no debe sacrificar su felicidad para complacer al otro, que las similitudes sí son importantes, que a pesar de las diferencias debe existir un punto de equilibrio, que nadie es digno de devoción, que nadie es tu dueño, el estar en una relación no te convierte en la propiedad de alguien, nadie puede quitarte tu libertad, nadie puede robar tu espacio y convertirse en el único centro de tu vida. Aprendí que por más amor que sientas, jamás debes dejar de lado a tus amigos, porque créeme, cuando esa persona te falle, ellos estarán para darte ánimos. Aprendí que nunca debes priorizar a tu pareja antes que a tu familia, pues el hogar es el lugar en donde el verdadero amor nunca falla, y si ellos no ven adecuado para ti a tu novio/a, debe existir una razón, y debemos estar prestos a escuchar su opinión. Aprendí que no puedes cegarte y pasar por alto esas acciones que te duelen, tan solo para evitar discusiones. Entendí que por más errores que cometas no debes perder tu dignidad. Que el cariño no se mendiga, se demuestra cada día, en cada momento, y no solo cuando están a punto de perderte. Es valiente aceptar tus errores y pedir perdón, sin embargo, jamás debes humillarte y rogar. Ahora entiendo que, un TE AMO, no es una simple frase, es una demostración de compromiso, es un pacto de confianza, de entrega y de ayuda mutua.
Y aunque ha sido difícil, aprendí a perdonar y a valorar. De una u otra forma debo agradecérselo, porque gracias a ella, sé qué clase de mujeres no quiero en mi vida, gracias a lo que viví a su lado soy el hombre que soy y, aunque jamás debí permitir que todo ese tiempo me tratase así, no me avergüenza haberlo vivido, porque son experiencias que te hacen fuerte, te hacen madurar y crecer, y lo mejor de todo; te preparan para saber qué no hacer en una nueva relación. Solo es cuestión de decisión, alejarme de ella fue una decisión dura pero acertada y en el momento exacto.
Hoy sé que no necesito a nadie para tener felicidad, pero sí he decido ser feliz al lado de personas que cambian a diario mi mundo por completo.