Déjame que emane al compás que mis ideas dictan, pero haz que desvanezca entre melodías que inspiren calma.
Destápame hasta donde mis conocimientos mueran.
Desconéctame como tú bien sabes.
No me dejes tiempo para razonar. Haz que obvie lo banal de mis pensamientos abruptos en clave de pasado y empiézame de cero.
Conéctame de nuevo. Con-EUK-tame.
Vuélame hasta que deje de imaginarte y juega conmigo.
Recuérdame dónde me rozaste con el transcurso de los días; allí, donde no dejo entrar a nadie, donde no existe incertidumbre ni prejuicio, donde puedo abrirme sin ningún miedo, donde puedo sentir lo que quiera y me gusta escapar para pensarte.
Encuentra la forma de que regrese y permanezca ahí cada vez que con-EUK-te; allí, donde mi cabeza descansa y la humanidad no tiene cabida. Donde para mí solo existes tú, tus pensamientos y la idiosincrasia de tu ser, que tanto me engancha, porque así dejo que sea.
No me dejes salir de allí; de ese cuadrante que es ya casi tan tuyo, donde mi pavor se evapora y yo puedo evadirme.
Allí, donde no quise entrar por mera incertidumbre y desconfianza, y, donde a estas alturas, no me importa caer una y otra vez en cada ocasión que me con-EUK-to a ti.
Donde está oscuro y hace frío, mas tú sabes cómo eludir lo lóbrego y gélido de esos rincones para hacerme compañía. Donde entiendes cómo manejarte por senderos inexpugnables y recónditos sin dificultad alguna.
Acércate a mí con tu manera de pensar. Abastécete de sabiduría y conocimientos y "deja que sea" para que no descon-EUK-te.
Hazme cómplice de tu pánico, de tu inseguridad e inquietudes a tu manera. Te dejo la puerta abierta por si algún día decides romperte dentro de ese cuadrante que dejo alquilado a tu nombre. En el que no existen reglas, ligaduras u obligaciones. Donde puedes entrar y salir sin permiso alguno las veces que desees.
Curioséame por encima o a fondo. Solamente quiero que esto nunca termine de ser una batalla de mentes; un juego donde la anarquía sentimental reine, sin olvidar que ambos tan solo somos la verdad e imaginación del otro, hasta el día en el que la realidad eclipse la ficción y realmente esto tenga una definición intrínseca.

No hay comentarios:
Publicar un comentario