unos lo llamaban dar pena; otros desahogarse,
pero encontré quién soy en medio de ese puto oasis.
He estado meses en un callejón sin salida,
entre mujeres pasajeras y noches sin despedida.
Sin buscar nada acabé roto y sin medida,
hasta dejar a un lado el alcohol y las sonrisas vacías.
Viniste a mí, cruzamos mentes y sabía que nada perdía,
empezaste siendo una broma y te estás volviendo mi vida.
Hoy me quiero solo y me quiero solo contigo,
y si he tardado tanto en decidirme es porque sé bien lo que vivo.



