Existe la atracción, el amor por tu pareja; incluso el amor por tu ex pareja ya sea para bien o para mal, el amor sano e insano, el imposible, platónico, el que sientes por un amigo, el maternal; familiar a fin de cuentas, el loco, apasionado, melancólico, el que no cabe dentro de una descripción realista pero existe, el apego, la obsesión...
Existen sensaciones, conexiones y reacciones indescriptibles que dan pie a la incertidumbre cuando se manifiestan, pero todos los tipos de amores y sentimientos son complementarios; todos. Unos son más activos y repetitivos; otros casi inertes e inexplicables.
Automáticamente, tu cuerpo responde ante estímulos inapelables de una manera u otra. Es lo más normal del mundo.
Si no sabes combinar y convivir con todos los tipos de amores y sentimientos cuando estos se presentan, o tu cabeza prefiere eludir inmediatamente alguno de ellos por precaución al no encontrar una respuesta coherente, desgraciadamente, no entiendes nada de la vida.
Puedes incluso hasta sentir algo similar por dos personas al mismo tiempo con sus respectivos matices.
La clave está en que sepas lidiar con ello: elegir o no elegir, coexistir en sintonía con tu paz interna sin dañar a nadie, disfrutar cada uno de esos sentimientos y amores cuando salen a flote, saber apreciar las sensaciones que no querrías que surgiesen pero surgen...
Hay muchísimas personas en el mundo y tú eres un cúmulo de aprendizajes y experiencias. Además, tal vez, gracias a eso, existan para ti vínculos que sean simultáneos mas nunca iguales: ya sea por el momento, por las características o por la complementación de un sinfín de factores a modo de: "carpe diem".
