miércoles, 5 de agosto de 2015

Anhelo

Siempre merecí algo mejor y por eso me fui. Mejor solo que mal acompañado 
- dicen -.
Ni si quiera me acuerdo de su rostro, mucho menos de su cuerpo; no es un recuerdo agradable a estas alturas. Y creo que después de haber sucumbido ante el encanto de otros es lo último de lo que quisiera acordarme.
Pero, la verdad es, que todavía tengo sueños húmedos pensando en esa furcia. Sí, aún la recuerdo.
Algunas noches la veo suplicar clemencia, de rodillas, con ojos llorosos. Caso omiso, un sutil disparo en la nuca de esa "hoe" hace que caiga lentamente hasta desplomarse.
Me giro y me desvanezco entre un fondo oscuro.
Un sueño breve pero fantástico.
Luego despierto y el orgasmo se hace llevadero, aunque estaba más guapa muerta.
Esa puta miserable no merece menos, pero es solo eso, una bonita utopía...